¿Sabes por qué se producen los tics?

Un movimiento involuntario del párpado, un guiño de ojo, una pierna que no para quieta. Todos hemos tenido alguna vez un tic que desaparece igual que llegó.

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Existen los más diversos: el parpadeo del ojo y las más diversas muecas faciales son algunos de los más comunes pero también se encuentra el aleteo nasal, la apertura de la boca, empujar manos y piernas o sacudir la cabeza.

Otra modalidad en la cual se manifiestan los tics es a través de la vocalidad; así, existen tics de tarareo, gruñidos, carraspeos de garganta, toser, inhalar o incluso de decir palabras, que son fácilmente reconocibles ya que salen de la boca de la persona de manera explosiva o de forma espástica.

Algunas personas muestran tics automutilantes como morderse los labios o la mejilla aunque en sentido general los tics más frecuentes son en el área de la cabeza, seguido por los brazos y manos, para después afectar el tronco o las extremidades inferiores pues realmente los tics del sistema respiratorio o vocales son más raros y suelen aparecer solo cuando la persona lleva varios años con otros tics motores.

Especialistas de la Clínica Mayo afirman que más allá de la ansiedad y las situaciones particularmente estresantes del medio, las personas que tienen una personalidad acentuada con rasgos obsesivo-compulsivos, son más propensas a desarrollar los tics.

Cuando los tics se multiplican, se cronifican e interfieren en la vida cotidiana (muchos de los afectados se sienten acomplejados hasta el punto de tener problemas de convivencia social) hay que evaluar si se trata de la enfermedad de Tourette.

La enfermedad de los tics o de Tourette (que toma el nombre del neurólogo francés que diagnosticó la enfermedad) se inicia entre los 4 y los 13 años y existe siempre un antecedente familiar.

Los tics tienen un curso progresivo a partir del inicio de la enfermedad, a los 4 o 5 años, y algunos tienden a remitir en la pubertad pero otros se quedan ya de por vida.

Para quienes los tics les impiden hacer sus actividades cotidianas y van agudizándose, es necesario acudir con un especialista para que sea él quien valore el tratamiento a seguir y descarte cualquier otro padecimiento, como podría ser la enfermedad de Tourette.

Eliminar los tics inofensivos es sencillo. Los que se deben a la ansiedad no sobrevivirán a clases de yoga, ni a técnicas de respiración. Si la cafeína es la fuente del problema, la moderación del consumo será la respuesta. Y, finalmente, si la medicación es la causa de los tics, una consulta al médico resolverá la cuestión.