Rubén Bravo, experto en nutrición, ofrece algunas sencillas pautas para poder controlar la sensación de hambre incontrolable y la ansiedad.
P. ¿Cómo nos damos cuenta de estamos comiendo por hambre psicológico?
R. El indicativo más claro de una ingesta compulsiva consiste en comer rápido, sin saborear la comida y terminar en pocos minutos con nuestro plato. Otras pistas del hambre psicológico son ingerir cantidades excesivas de alimentos y picotear en exceso antes de los platos principales, algo común en la gente de la gran ciudad cuando llega a su casa por la noche.
P. ¿Por qué cuando comemos por ansiedad solemos elegir la comida rápida?
R. Estamos hablando de un trastorno de adicción a la comida. En cuanto dejemos de comer la 'fast food', tendremos una etapa de síndrome de abstinencia y, al superarla, irá disminuyendo la necesidad irrefrenable de tomar ese tipo de comida.
P. ¿Qué ejercicios ayudan a controlar la alimentación compulsiva?
R. El ejercicio aeróbico divertido, grupal y con música es la mejor actividad física reguladora del perfil emocional, ya que trabaja directamente sobre el estrés, la ansiedad e incluso la depresión. Ejercicios como la 'zumba', el baile de salón, el 'aerobic' o el 'spinning', son los más indicados.