El Síndrome de Apnea Obstructiva del Sueño (SAOS) es uno de los males más comunes entre las personas obesas.
CIUDAD DE MÉXICO, (URIEL TREJO / EXCÉLSIOR) .- En un país como México, en el que según la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición 2012, 26 millones de adultos tienen sobrepeso y 22 millones obesidad, es importante tomar en cuenta los problemas de salud que trae consigo, como diabetes, hipertensión, altos niveles de colesterol y Síndrome de Apnea Obstructiva del Sueño (SAOS), patología respiratoria que impide a adultos o niños descansar bien durante sus horas de sueño.
La doctora María Esther Zurita, egresada de la Universidad Westhill, explica que entre los factores que detonan este padecimiento se encuentra la obesidad, “debido a que el tejido graso va aumentado en todas partes, incluyendo las paredes laterales de la faringe, en el paladar blando y en general en las estructuras por las que debe pasar el aire”.
Se puede identificar a una persona que padece el síndrome cuando comienza a roncar muy fuerte poco después de quedarse dormida. A menudo, se vuelve más fuerte y luego es interrumpido por un largo periodo de silencio durante el cual no hay respiración. Esto va seguido por un fuerte resoplido y jadeo, patrón que se repite varias veces en la noche. El problema es que al otro día despierta cansada, somnolienta y adormecida. Además de que actúa malhumorada, impaciente o irritable, se vuelve olvidadiza y padece de dolores de cabeza difíciles de tratar, males que afectan su actividad diaria.
En un estudio realizado por Cambridge Weight Plan (sistema para bajar de peso) se encontró que hasta 86 por ciento de las personas con sobrepeso sufre apnea obstructiva del sueño.
Para conocer más la relación del sobrepeso y el SAOS, los responsables del proyecto, los doctores Johansson K., Hemmingsson E., Harlid R., Lagerros YT, Granath F., Rössner S., y Neovius M. pusieron a prueba a 63 hombres de entre 30 a 65 años, que presentaban un índice corporal (IMC) de 30 a 40 y apnea obstructiva de moderada a severa. Después de llevar una dieta muy baja en calorías durante siete semanas observaron que con la reducción de peso, de alrededor de 20 kilogramos, mejoraron en su padecimiento de apnea.
María Esther comenta que es importante estar atento a los signos de alerta, como son los ronquidos extremadamente sonoros o que la persona deje de respirar por un tiempo prolongado, terminada esta pausa por un fuerte ronquido, ya que si no se trata el problema puede traer consecuencias más graves, como sufrir presión arterial alta, accidente cerebrovascular (derrame cerebral), ataque, insuficiencia y arritmia cardiaca.
“La primera de las medidas médicas es la pérdida de peso; una dieta balanceada indicada por un profesional y el ejercicio son muy importantes y pueden resolver el problema por sí solas. Existen otros tratamientos que deben ser indicados por los médicos de acuerdo con la causa específica de la apnea obstructiva de cada paciente”, explica Zurita. Otras opciones que ayudan son evitar el alcohol y sedantes a la hora de ir a la cama, y dormir boca arriba alivia la apnea leve.
En México existen diferentes centros de atención especializada, como es el caso de la Clínica de Trastornos del Sueño de la UNAM con sede en el Hospital General de la Ciudad de México, la Clínica de Trastornos del Sueño del Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias y la Clínica del Sueño del Hospital Ángeles del Pedregal, entre otras.
Dulces sueños
Buscan dar solución
Recientemente Philips Respironics y la Academia Mexicana de Medicina del Dormir A.C. presentaron las tecnologías médicas disponibles para tratar la enfermedad, en un esfuerzo por ampliar el conocimiento del padecimiento en su diagnóstico, tratamiento y recuperación, y así contribuir a devolver la salud a las millones de personas que lo padecen en el país.
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