Cambiar los hábitos alimenticios, bajar de peso y continuar con el mismo ritmo para no volver a subir o caer en las tentaciones no es fácil, aquí algunas recomendaciones de una experta para que el proceso sea exitoso y perdurable.
Lisbeth González / Terra
A pesar de conocer los beneficios que trae para la salud llevar una buena alimentación, muchas personas se resisten a la idea de tener que dejar de lado algunos alimentos y cambiar sus rutinas, poniendo de por medio muchas excusas.
Alejandra Nader, Health Coach de Reebok, le contó a Terra, las cosas que se deben tener en cuenta a la hora de tomar esta decisión, comenzar a hacerlo y cómo lograr que esto se mantenga en el tiempo.
"Inicialmente se debe entender que comer sano no es restringirse de comer rico, la mayoría de gente cree que tener un estilo de vida sano o comer bien es sacrificar el sabor", dice Alejandra.
Sin embargo, llevar una alimentación saludable no se trata de esto sino de aprender que se puede comer sano y rico, lo cual motiva mucho, pues existe una infinidad de recetas que se pueden hacer y además requieren de poco tiempo de preparación, por lo que las personas comienzan a desear otro tipo de alimentos y empiezan a incorporar los buenos hábitos de una forma más natural. Entonces cada día se quiere aprender más de lo que se le da al cuerpo, y por supuesto a sus hijos, en el caso de los que son padres de familia.
El proceso de una persona que empieza a interesarse en el tema, quiere aprender y además perder peso cambiando su alimentación, puede durar de 3 a 6 meses, para que los buenos hábitos se conviertan en un estilo de vida. Esto también dependiendo de las otras actividades con las que acompañe su proceso y el tiempo que le dedique a su aprendizaje.
"Los hábitos no se imprimen en un papel y se reparten para que la gente los siga, cada quién va a adquiriendo de a poco sus buenos hábitos y va acomodando todo a su tiempo", asegura la experta. Es un proceso de ensayo y error, es un aprendizaje constante, en el que en muchos casos no todos saben de inmediato qué comprar y qué no en el supermercado, pues es algo que se va aprendiendo con el paso del tiempo.
Algo clave es empezar a conocer los beneficios de los alimentos y por ello comprar aquellos que da la tierra, no lo que vienen empaquetados y lo que da la industria, pues entre más naturales mejor, como las frutas y las verduras. "Si aprenden la diferencia entre comprar una sopa de tomate de sobre y un kilo de tomates para hacer la sopa, aprenden que tener un buen peso es cuestión de darle al cuerpo solo lo que necesita y lo alimenta".
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